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Una de las carnes más demandadas es la carne de pollo, pues muchos son los nutrientes que puede otorgar a nuestro organismo. Sin embargo, para garantizar que adquirimos carne de primera calidad, debemos optar por comprar pollo ecológico. Ya que, estas aves han sido criadas a campo abierto y alimentados con alimentos realmente saludables. Por lo tanto podrás aprovechar verdaderamente las propiedades y beneficios del pollo ecológico.
Realmente antes de que lleguen a tu mesa, son animales cuidados y mimados en espacios libres para que no sufran estrés alguno. Además, su alimentación está basada en productos orgánicos que respetan tanto la salud del pollo como la tuya cuando lo ingieres. De hecho, el consumo de alimentos ecológicos por parte de estas aves te garantiza a ti una mejor nutrición.
Así que, si eres de los que se preocupan por su cuerpo y su salud y has optado por seguir una dieta equilibrada. Entonces el pollo ha de formar parte importante de tu plan de alimentación. Solo asegúrate de elegir tu mejor opción: el pollo ecológico. Y para que entiendas mejor por qué insistimos tanto, hoy te daremos a conocer cuáles son las propiedades y beneficios del pollo ecológico.
¿Cuáles son las propiedades y beneficios del pollo ecológico?
Muchas son las propiedades que el pollo ecológico tiene y cada una de ellas aporta beneficios indiscutibles para nuestra salud. Revisemos pues cuales son las propiedades y beneficios que el pollo ecológico otorga a nuestro cuerpo.
1. Bajo en grasa
Una de las principales ventajas que te ofrecen las carnes blancas, en especial la del pollo, es que es una carne baja en grasas y por supuesto en calorías. De hecho, la carne de pollo ecológico tan solo contiene un 9% de grasas. Por ello es que es una de las carnes favoritas en los planes de adelgazamiento.
Pero estas no son las únicas propiedades y beneficios que el pollo ecológico tiene para ofrecernos. En primer lugar, como ya hicimos mención, al proceder de granjas que respetan la integridad del ave, alimentándoles con granos saludables y de origen ecológico, se garantiza que esta carne sea para nosotros un alimento realmente saludable.
2. Rico en aminoácidos esenciales de fácil digestión
En segundo lugar, el pollo ecológico representa una buena fuente de proteína. Pues contiene aminoácidos esenciales que además son de fácil digestión. En efecto, cuando comes carne de pollo ecológico aportas a tu cuerpo el 30% de proteínas que tu cuerpo necesita a diario. Y aunque podemos obtener proteínas de diversas fuentes, la que nos aporta el pollo ecológico es una de las de más alta calidad.
Incluso, además de ayudarnos a tener una vida mucho más saludable, también nos beneficia de manera significativa el desarrollo muscular. Siendo un alimento ideal para deportistas y también para los niños que se encuentran en etapa de desarrollo.
3. Aporta importantes minerales y vitaminas a nuestro cuerpo
Asimismo, la carne de pollo ecológico cuenta con una gran variedad de minerales. Todos ellos de suma importancia para el buen funcionamiento de nuestro cuerpo. Pues, en la carne de pollo ecológico también consumes Fósforo, Calcio, Selenio, Zinc, Yodo y Magnesio. Cada uno de estos minerales es indispensable para mantener la buena salud y funcionamiento de nuestro organismo.
De hecho, al consumir carne de pollo ecológico, mejorarás notablemente tu sistema inmunológico y por tanto tus defensas ante los virus y bacterias. Incluso fortalecerás órganos tan importantes como el hígado y los riñones, a la vez que proteges tu sistema nervioso.
Igualmente, el pollo ecológico ayuda a nuestro cuerpo a metabolizar la vitamina B6. Así como también nos permite mejorar la salud de nuestra piel al aportarnos parte de nuestro requerimiento diario de vitamina B2. También tu vista se verá beneficiada por el consumo de carne de pollo ecológico. Debido a su aporte excelente de vitamina A.
¿Has leído sopa de pollo para el alma? Qué crees que inspiró el titulo sino las propiedades restauradoras del pollo. Cuanto más del pollo ecológico que es de mayor calidad. Ya que este tipo de carne nos permite mejorar nuestro estado de salud mental, a la vez que da nuevas fuerzas a nuestro cuerpo.
Sin duda alguna, la carne de pollo ecológico es una de las más completas fuentes alimenticias que puedes comer. Y te sorprenderá la versatilidad de esta carne, pues, cualquiera sea el corte que elijas, podrás utilizarla con agilidad en diferentes preparaciones y siempre saldrás bien parado.
¿Por qué es mejor escoger el pollo ecológico?
Como ya se mencionó, los pollos criados en granjas ecológicas son alimentados de manera natural. De hecho, los granos que reciben son de cultivo ecológico. Y más importante aún, no se incluyen hormonas para el crecimiento. Es interesante notar que un pollo ecológico crece de manera natural a lo largo de 3 meses para alcanzar su peso ideal.
Por el contrario, un pollo criado de manera industrial, debido a las hormonas de crecimiento, tan solo en 40 días alcanza el peso deseado. Y aunque esto parece beneficioso a nivel comercial, el mayor peligro de que las aves sean alimentadas con hormonas y estrógenos que aceleran su engorde, es que estos pasan del animal a nuestro organismo cuando lo consumimos.
De igual modo, un pollo ecológico jamás recibe antibióticos durante su cría. De enfermarse, estos son tratados con medicina homeopática. Pero no solo lo que come marca la diferencia entre el pollo ecológico y el industrial.
Puesto que, el estilo de vida del ave también influye en la calidad de carne que nos ofrece. Ya que cuando los pollos son criados al aire libre y disfrutando de toda la luz del sol. Donde además pueden moverse a sus anchas, y vivir el tiempo que requieran conforme a su ciclo de vida. Esto hace que dichas aves sean mucho más musculosas que su contraparte, y por tanto menos grasos.
Por lo que un buen corte de pollo ecológico será una carne más firme y sabrosa, y sin lugar a dudas, mucho más saludable. Y aunque os parezca que es una carne más costosa, os garantizamos que su precio lo vale. Pues llevarás contigo a casa no solo una carne de la más alta calidad, sino la libre conciencia de comer alimentos que tuvieron crianzas respetuosas.