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Para los que desean llevar estilos de vida saludables, con una alimentación inteligente, que aporte los nutrientes necesarios para garantizar la buena salud, llegaste al lugar indicado.
En el mundo culinario hay mucho territorio por recorrer, y uno de los más fascinantes es el que nos aporta la comida oriental. Especialmente la que proviene de una cultura tan rica y milenaria como la japonesa.
En esta ocasión queremos hablarte acerca de los alimentos japoneses que deberías conocer y añadir a tu plan de alimentación. Estos alimentos no solo aportaran energía y sabor a tu día, sino también una cantidad de nutrientes que resultaran muy beneficiosos para tu salud.
El miso y sus beneficios
Un viejo refrán japonés nos permite observar lo que estas personas pensaban acerca del miso. Este refrán dice así: “No hay necesidad de un médico con algún miso”. Y es que para la cultura nipona el miso es un alimento curativo, el cual posee múltiples propiedades, tanto nutritivas como terapéuticas.
De hecho, hay quienes consideran que el miso es en parte el alimento responsable de la vitalidad y la longevidad característica de los japoneses.
¿Qué es el miso?
El miso en sí es una pasta aromatizante. Esta pasta se prepara con soja fermentada, sal marina, algunos cereales, y por supuesto el agente fermentador, el hongo koji. Con esta pasta se procura añadir profundidad a ciertos platillos cuando se utiliza como condimento.
Es ciertamente un alimento utilizado tanto en China como en Japón. Pero, el kome miso ha tomado mucha popularidad por ser el miso preferido de la familia imperial japonesa y de los samuráis.
¿Cómo se fermenta el miso?
Ahora bien, para preparar un miso liviano, bastará inocular las semillas de soja junto al cultivo fúngico durante unas 72 horas. Este cultivo es preparado con el hongo llamado koji-kin mezclado con trigo, cebada o arroz.
Es importante señalar que la fermentación del miso y su resultado final depende en gran manera del clima y de la forma en la que se prepare. De hecho, es necesario aclarar que su preparación total no termina con su fermentación, pues este fermento también deberá ser madurado antes de su consumo.
Incluso, hay lugares donde una vez que se prepara, este producto se almacena durante más de un año en barricadas de madera de cedro.
¿A qué sabe el miso?
El sabor del miso resulta muy complejo, ya que existen muchas variables, por ejemplo, su matiz e intensidad. Ambas características son modificadas según el tiempo de añejamiento y por supuesto de la variedad de ingredientes con el que se elaboró el alimento.
Es por ello que pudiéramos encontrarnos con un miso un poco dulce, o con otro algo picante o con otro simplemente salado. Lo más usual es que las pastas de miso más claras sean de un sabor suave y dulzón, mientras que las pastas más oscuras son más bien saladas y más intensas.
El miso es utilizado en muchos platos de la comida japonesa. Su uso más conocido es la sopa que lleva su mismo nombre, aunque también es utilizada para adobar o condimentar otros caldos, guisos y estofados.
Se debe tener en cuenta que la pasta miso jamás debe hervirse. Pues, cuando se hierve, pierde sus sabores y aromas, y peor aún, sus propiedades. Es por esta razón que lo más recomendable es diluirla con un poco de líquido.
Posteriormente colocarla a nuestra preparación con el fuego bajo y a 1 minuto antes de finalizar la cocción del plato. También se puede agregar ya finalizada la cocción pero con el plato aún caliente.
Es importante diluir el miso, puesto que al agregarlo directamente a la cocción, corremos el riesgo de que no se integre al resto de los ingredientes o que se pegue al fondo de la olla.
Beneficios y propiedades del miso
Tal y como ya se ha hecho mención, el miso se ha utilizado durante siglos por la medicina tradicional como un alimento curativo. Este atributo se le confiere por las numerosas enzimas que colaboran en los procesos digestivos.
Además, su consumo suministra a nuestro organismo una serie de aminoácidos esenciales, carbohidratos, vitaminas y minerales que contribuyen al buen funcionamiento de nuestro cuerpo.
Entre los minerales que posee podemos enumerar el Magnesio, el Calcio y el Hierro, y, entre las vitaminas la Vitamina A, la E y ácido fólico.
Por esta razón el miso es recomendado para recuperar el equilibrio de la flora intestinal. Sus bacterias prebióticas contribuyen a la colonización del tracto digestivo, suplantando así las bacterias que generan putrefacción.
Es recomendable su consumo en casos de diarreas o estreñimientos, también en casos de acidez estomacal o mala digestión.
El consumo del miso también es recomendado para prevenir enfermedades cardiovasculares. Ya que, la lecitina de soja y el ácido linoleico forman parte de su composición nutricional. Ambos elementos tienen el poder de disolver el colesterol de alta densidad en la sangre, evitando así el endurecimiento de los vasos sanguíneos.
El miso también es considerado una fuente rica de antioxidantes. Estos eliminan los radicales libres que estimulan o aceleran la vejez. De hecho, se considera efectivo para prevenir el cáncer y combatir los síntomas habituales de la menopausia como lo son la osteoporosis y los tan molestos sofocos.
El Kuzu y sus beneficios
Uno de los alimentos que han sido utilizados durante siglos por la medicina tradicional japonesa es la raíz de kuzu. Esta raíz es ampliamente conocida por sus muchos beneficios curativos.
¿Qué es el kuzu (o kudzu)?
El kuzu es una raíz que proviene de un conjunto de plantas que se conocen como puerarias. Estas plantas pertenecen a la familia de las leguminosas.
A partir de esta raíz se obtiene un ingrediente en forma de polvo muy parecido al almidón. Y es por ello que el kuzu también es utilizado como un agente espesante que sustituye el almidón de maíz.
Beneficios del kuzu
Algunos estudios señalan que las preparaciones a base de raíz de kuzu ayudan a reducir la presión arterial alta, a aliviar migrañas crónicas y a reducir ciertos dolores localizados en cuello y hombros.
Se ha demostrado también que los flavonoides del kuzu pueden ayudar a reducir los niveles de colesterol. Esto a su vez reduce el riesgo de formación de coágulos sanguíneos en las arterias. Por supuesto, esta propiedad protege a nuestro organismo de llegar a padecer enfermedades cardíacas.
Por otra parte, el kuzu se utiliza comúnmente para reducir los efectos del alcoholismo. En conformidad con algunos estudios, el consumo del kuzu puede llegar reducir los síntomas de la resaca.
Estos síntomas incluyen: dolor de cabeza, alteraciones gástricas, mareos y vómitos. A la par favorece la recuperación de los órganos afectados por el alcohol. Se cree que también disminuye el deseo de la ingesta alcohólica en personas con alcoholismo.
Entre los otros usos para los cuales se considera efectivo el consumo del kuzu encontramos:
- Tratamiento sintomático de alteraciones tan variadas como la menopausia
- Pérdida de peso
- Sarampión
- Fiebre
- Diarreas
- Encefalitis
- Mielitis por polio
- Sordera o pérdida de visión asociada a diabetes.
Estos beneficios se le atribuyen al kuzu debido a los análisis realizados a sus componentes nutricionales que nos revelan que la raíz de kuzu es rica en glucósidos, esteroles e isoflavonas.
Las isoflavonas son un grupo de sustancias con propiedades similares a los estrógenos. Esta sustancia además posee propiedades antioxidantes que fortalecen el organismo y le ayudan a luchar contra las enfermedades y a retardar la vejez.