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Desde su creación en el siglo XV, los procesos de elaboración del whisky han sufrido transformaciones, como el uso de destiladores continuos o los blends (mezcla de cebada con otros granos).
Sin embargo, las destilerías tradicionales siguen cuidando el más mínimo detalle en la fabricación, conservando la calidad, frescura y sabor del delicioso licor, tal como si lo hicieran de forma casera.
¡Conoce cómo se fabrica esta bebida pedacito de cielo! Entérate cómo es el proceso de elaboración del whisky.
Ingredientes que se usan en los procesos de elaboración del whisky
Para preservar la esencia del whisky, los productores deben asegurarse de contar con los mejores ingredientes:
Granos
El whisky se hace de cebada, que es el cereal elegido por los productores británicos por ser resistente al invierno y tener una cantidad considerable de azúcares. Algunas marcas también ocupan trigo, centeno y maíz.
Agua
Los expertos aseguran que el agua debe contener los minerales que necesita el whisky. Antiguamente se usaba el agua de ríos y lagos, perfecta para el delicado licor.
Levadura
Para realizar la fermentación se necesita levadura, ingrediente que convierte el almidón del grano en azúcar. De hecho, existe un tipo de levadura especial para la elaboración de licores como el whisky y el vodka.
5 etapas de la elaboración del whisky
Si el whisky es tu licor preferido, debes saber que, para que llegue a tu mesa, primero pasa por un proceso de fabricación minucioso y reposa por lo menos 3 años en una barrica.
Los procesos de elaboración del whisky se realizan en cinco pasos:
Malteado
En la elaboración de la malta se ocupan grandes cantidades de agua para hacer que la cebada o cualquier otro grano germine y el almidón se convierta en azúcar. Después de haber absorbido casi la mitad de humedad, se tuesta con aire o carbón (turba) para obtener harina.
Usar aire o turba es decisión de cada destilería; sin embargo, los productores más antiguos de Irlanda evitan usar carbón para que el licor no pierda su sabor discreto y tierno, clásico de un whisky de alto nivel.
Fermentación
La fermentación se produce cuando se mezcla la harina de la malta con agua y levadura. El azúcar que se extrae de la cebada se transforma en alcohol.
El proceso de fermentación puede durar 3 días o más. Su duración dependerá de qué tan dulce o afrutado se desee el whisky.
Destilación
El líquido resultante de la fermentación se coloca en un alambique de cobre para destilarlo, es decir, limpiarlo. Cabe mencionar que de la forma y el tamaño del alambique dependerá el cuerpo y aroma que adquiera el whisky al final del proceso.
Las destilerías pioneras en la elaboración del whisky conservan los mismos alambiques. Así, garantizan que la calidad del whisky original que los hizo alcanzar fama mundial, sigue presente en sus botellas.
Añejamiento
Para que un whisky salga al mercado, primero debe madurar en una barrica.
Algunos productores se encargan de confeccionar sus propias barricas artesanales de roble, dada la importancia que tiene este recipiente en el proceso. El tiempo de maduración del whisky oscila entre los 3 y 20 años o más.
Embotellado
Antes de verter el líquido en el envase, el whisky se filtra y diluye con agua mineral para disminuir la concentración de alcohol y se deja listo para ser consumido. Y al fin, ¡de la botella a tu vaso!
De esta manera es como se realizan los procesos de elaboración del whisky. Cada productor decide cómo hacerlo, pero lo cierto es que sigue estos pasos como eje y eso sí, ocupa diferentes recetas.
La elaboración de whisky es un proceso largo que requiere paciencia, pero vale la pena esperar por un vaso de la fina bebida para endulzar cualquier momento especial en tu vida. ¡Felices tragos!