En 1997, a Chris, nuestro chef fundador, se le ocurrió la idea de complementar la sal marina con el característico y sutil toque del auténtico vinagre balsámico. Procedente de Módena y envejecido en roble, crea el equilibrio perfecto. KETTLE® reinventa un clásico (¡el primero de muchos!) que ahora se ha convertido en uno de nuestros sabores más reconocidos.
INGREDIENTES:
Patatas, aceite de girasol, sal marina, vinagre balsámico en polvo, maltodextrina (de patata), azúcar, vinagre de malta de cebada en polvo, acidulante: ácido cítrico.
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